¡Qué responsabilidad ser un instructor de yoga en
estos tiempos! Más allá de la enseñanza de posturas, meditación y ejercicios de
respiración; debemos practicar la coherencia entre nuestros pensamientos,
palabras y acciones.
Estamos a punto de entrar en
uno de los procesos electorales más complejos de la historia reciente de
nuestro país. El compromiso de estar frente a un grupo de estudiantes, que busca
no solo aprender a ejecutar posturas, toma relevancia en estos momentos cuando
las campañas sucias han dividido profundamente a la sociedad mexicana.
B.K.S. Iyengar, en un texto
maravilloso de su libro El árbol del yoga,
comenta: "El arte del yoga es enteramente subjetivo y práctico. Los
profesores de yoga han de conocer completamente el funcionamiento del cuerpo;
han de conocer el comportamiento de las personas que acuden a ellos, cómo
reaccionan y estar listos para ayudar, proteger y salvaguardar a sus
alumnos."
El practicante deposita su
confianza y esfuerzo en aquellos profesores cuyas acciones reflejan la
claridad, seguridad, disciplina y compasión que han desarrollado a través de su
propia práctica. Tus palabras y acciones, como maestro de yoga, tienen un
impacto en su vida. Si no me crees, trae a tu memoria a todos esos maestros que
han sido una influencia determinante para ti. ¿Por qué los recuerdas? ¿Cómo
impactaron en tu vida?
Uno de los yamas que enseña Patañjali es
satya: la verdad, la comunicación correcta y la integridad. Practicar satya implica reconocer nuestro sentido
de integridad y mantener un enfoque objetivo hacia la vida para que,
independientemente de cualquier situación o hecho que salga de nuestro control,
no nos impida ver y actuar sobre la verdad. En estos momentos de gran agitación,
lo que comunicas en tus redes o con tus alumnos ¿es íntegro con un enfoque
objetivo hacia la vida?
Otra de las enseñanzas de
Patañjali versa sobre ahimsa o la
ausencia de violencia. El Sutra 35 del
capítulo 2 afirma: “Cuando el yogui se establece en la práctica de la ausencia
de violencia, todo sentimiento de enemistad se abandona en su presencia”. ¿Tus
palabras fomentan la ausencia de violencia?
Y no te pido que votes por algún
candidato en particular. La trinchera que he asumido es la de votar libremente,
con conciencia, y fomentar un estado de unidad a partir de una reflexión hacia
la importancia de considerar el impacto de nuestras palabras en la construcción
de un ambiente más armónico. Hoy, antes de escribir esta entrada para el blog,
pasé un día maravilloso y me recordó que las grandes satisfacciones de la vida
están encerradas en las pequeñas cotidianidades. Revaloré la gran fortuna de
haber nacido en un país donde, a pesar da la cruda realidad de violencia que se
vive en varias entidades, aún existen la solidaridad y los amigos. Y esto, ningún
candidato ni partido político me lo quitará.
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