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Todo está en un constante cambio. Por
esa razón, antes de celebrar la llegada de un nuevo ciclo, debemos agradecer y
manifestar regocijo porque hemos dejado atrás un momento irrepetible y único en
esta experiencia que llamamos vida.
Es
tiempo de decir adiós a todo aquello que nos causó felicidad y sufrimiento.
Seguramente habrás adquirido lecciones invaluables que querrás conservar y está
bien, pero tampoco puedes limitar tu campo de posibilidades y cerrarte a las oportunidades
que ofrece el año que comienza.
Una
manera de ampliar nuestro marco de percepción para reconocer el crecimiento
personal durante el año que concluyó es a partir del agradecimiento. Los
budistas tienen una práctica para el desarrollo de la gratitud que denominan Katannuta
Bhavana. La práctica consta de cuatro etapas. En la primera, contempla lo
afortunado que eres por haber recibido un nacimiento humano. Después agradece
por los beneficios y cuidados de tus padres o de quienes te criaron. Enseguida,
identifica y expresa gratitud por los maestros que te iniciaron en el
conocimiento de las habilidades que has desarrollado como aprender a leer,
hablar otro idioma, ejercer un oficio u obtener una maestría. Y finalmente, cierra
esta contemplación con las personas que te iniciaron en el conocimiento
espiritual o en una vida con valores éticos y humanos.
A
partir del estado de calma y serenidad que te ha dejado la práctica del
agradecimiento, debes preguntarte ¿qué vas a dejar atrás? ¿Qué acciones,
hábitos, pensamientos y sentimientos ya no deseas cargar durante 2019? Y en
seguida, otra reflexión fundamental parte de la siguiente contemplación: ¿qué
vas a perdonarte? Sin ser un juez tirano, sino uno objetivo, elabora una lista
de tus acciones, pensamientos o palabras que te infligieron sufrimiento, ira,
rencor o remordimiento. Y simplemente perdónate y perdona también a quiénes
consideres que contribuyeron a generar estas emociones negativas que
perturbaron tu estado mental.
Swami
Nityananda es el maestro cuya claridad sobre el yoga y la mente han sido una
inspiración durante los últimos 23 años de mi vida. Él nos ha pedido a todos
quienes formamos parte de su comunidad que en este año nos esforcemos por
desarrollar la cualidad de sukha que
tradicionalmente se traduce como contentamiento pero que, aclara, no existe un
término en español que sea preciso. Por lo que él explica que sukha es el estado de estar cómodos con
nosotros mismos. Reflexiona por un momento, ¿qué te hace sentir cómodo contigo?
Si seguir una dieta desbalanceada te produce pesadez e indigestión, ¿eso te
hace sentir cómodo? Mantener una relación basada en la tiranía y el abuso, ¿te
hace sentir cómodo? Permanecer varias horas sentado frente a tu televisor con pantalla
de plasma sin hacer ejercicio, ¿te hace sentir cómodo? Vivir en un enojo y
resentimiento constante bajo las premisas de me hicieron, me dijeron, me
quitaron la idea, etc. ¿te hace sentir cómodo?
No
sé si elaboraste tus propósitos para este año. Si no lo has hecho, quizás sea
una opción que tus planes vayan en función de enfocar el esfuerzo correcto en
desarrollar los hábitos y las acciones que te harán sentir cómodo. Para mí es
fundamental iniciar el año con metas e intenciones claras. De lo contrario,
estaremos como barco sin rumbo. Puedes consultar la siguiente práctica
meditativa con un clic en el enlace para generar intenciones a partir de la
claridad: https://youtu.be/G4BGRDf_Zd0.
En
resumen, una buena manera de celebrar el año que dejamos atrás y abrirnos al
campo de infinitas posibilidades que marca el inicio de 2019 parte de cuatro
simples acciones:
1. Agradece
2.
Perdona
3.
Vive en sukha
4. Elabora intenciones
¡Qué juntos vivamos un 2019 extraordinario!
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