¿Te suenan
familiares términos como gastritis, depresión, colitis, insomnio, lumbalgia,
cefaleas, depresión, ansiedad, falta de motivación, frustración, poca capacidad
de concentración, etc.? La lista podría eternizarse pero, desafortunadamente
son los síntomas que gran parte de la población que habita en ambientes
altamente competitivos y con una gran concentración padece de manera regular.
Una de las
traducciones más populares de la palabra yoga deriva del término “yug” que
significa unión. De ahí que la práctica de esta disciplina apele a una
comprensión de la relación que existe entre los pensamientos, las emociones y
el cuerpo.
¿Cuántas veces,
ante un acontecimiento que te provocó un gran disgusto casi, de manera
inmediata, comienzas a sufrir un dolor en el estómago? ¿Recuerdas esas noches
en las que te sentías abrumado por la cantidad de pendientes que habías dejado
sin resolver en la oficina y que te imposibilitaban conciliar el sueño?
Para los
practicantes del budismo, la mente es el tesoro más valioso de un ser humano.
Ellos valoran más las intenciones que las acciones. La calidad de los
pensamientos se reflejará en nuestros actos. Si albergas pensamientos
desordenados, caóticos y violentos, tu desempeño en el mundo será igual.
Muchas empresas
y gimnasios ofrecen clases de yoga, mindfullness y meditación como una manera
de reducir el estrés y disminuir sus efectos en la salud física y emocional.
Sin embargo, si nos quedamos en esta esfera de acción, nos perderemos de una
gran oportunidad para comenzar a construir nuevos hábitos que aporten una
mejora sustancial a nuestra calidad de vida.
Meditar para
solo reducir la ansiedad equivale a tomarse una aspirina para aliviar el dolor
de cabeza. La meditación ofrece una puerta de posibilidades infinitas. Es la
habilidad de desarrollar una consciencia de atención plena del presente a
partir de la capacidad de dirigir nuestro enfoque a un punto específico. De
hecho, para lograr nuestros objetivos, desarrollamos esta capacidad de atención
plena de manera cotidiana. Por ejemplo, cuando estás aprendiendo a manejar,
necesitas centrar todos tus sentidos en el volante, el freno y la calle por la
que circulas. No puede haber distracciones. Lo mismo pasa cuando meditas. Dejas
de dirigir tu atención a los factores externos y generas un espacio de
introspección donde el silencio te lleva a un estado de calma y claridad que es
difícil lograr en el acontecer cotidiano.
Cuando meditamos
observas tus emociones sin identificarte con ellas. Ves la vida como un
espectador frente a una pantalla IMAX. Comprendes que la actividad de la mente,
al igual que todo lo que existe en la vida, se crea, se sostiene y se disuelve.
De esa manera, si surge una emoción que te aflija sabes que se sostendrá
durante un tiempo pero al final, se disolverá. Esta consciencia del testigo te
permite conocerte mejor, sin juzgarte. Y es en este momento donde inicia la
transformación. Para cambiar algo, primero necesitamos conocer qué es.
Por estas razones,
la meditación es una vía ideal para los tiempos que nos ha tocado vivir. Al
practicar con regularidad, primero reducimos los niveles de estrés al generar
la consciencia de habitar el presente. Así dejamos atrás el pasado que
idealizamos y que nos ancla en una nostalgia que podría desembocar en una
depresión y, por otro lado, abandonamos las preocupaciones de un futuro que
solo es una proyección mental y que provoca ansiedad. Meditar es vaciar la
mente de pensamientos inútiles. De la misma manera en que aseas tu cuerpo, la
meditación es limpieza de la mente.
Y una vez que
hemos construido el hábito de generar esta consciencia plena del ahora,
comenzamos a desarrollar una fortaleza para observarnos sin miedos, sin juicios
e identificar aquello que solo nos trae sufrimiento. A partir de la claridad,
estamos mejor preparados para tomar decisiones desde la calma y no desde la
avidez del cuerpo. Meditar nos enfrenta, de manera armónica y compasiva con
nosotros porque al final, si hay alguien al que nunca podrás engañar, es a ti
mismo.
Daniel Mesino es director y fundador de www.yogaentuempresa.com
y autor de los libros Date un break: una
guía para el bienestar, la creatividad y la productividad laboral y Meditación para una vida plena. Ofrece
conferencias, clases y talleres sobre yoga y meditación
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