De por qué el yoga nos salva continuamente

En alguna ocasión recuerdo haber comentado que la práctica del yoga me ha salvado. Hoy lo ratifico. La Ciudad de México es un entorno poco amable donde los traslados son caóticos por el incremento del parque vehicular y la insuficiencia de los medios de transporte público. 

Si alguien que esté leyendo este blog no ha estado en esta urbe, para que se de una idea, se encontrará con un hábitat donde viven de fijo casi 9 millones de habitantes con una población flotante de 2 millones de personas que viajan para estudiar y/o trabajar. 

A esto, sumamos ambientes laborales altamente competitivos que generan estrés y agotamiento mental. Según estudios, el promedio de traslado para llegar a su centro de estudio o de trabajo, es de una hora 20 minutos. Quiero citar un día tipico de mi jornada laboral. Salgo a las 8:45 de la mañana y, si todo salé bien, llegaré a las 9:40. Si existe algún accidente o cualquier reparación en las vialidades, es probable que arribe a las 10 de la mañana. En la tarde, el panorama no cambia. A veces, procuro salir tarde para esperar a que el tráfico haya disminuido pero en un ciudad con 5 millones de vehículos, es muy complejos. Un día quise salirme a las 19:30 horas de la oficina para llegar a la casa a las 20:30 y practicar. El trayecto tomó una hora 48 minutos. Llegué cansado, agotado y tenso. No tenía fuerza para una práctica de Vinyasa así que opté por una práctica restaurativa. La mente se calmó, la tensión se alejó y puedo irme a descansar y dormir contento. Esto me recordó que el yoga no son formas externas sino un camino para transitar en esta experiencia humana con una mente en calma, un cuerpo sano y un corazón compasivo.

Esto me llevó a recordar que hoy por hoy, necesitamos valorar el yoga como una filosofía de vida que nos permita sortear todos los desafías de la vida cotidiana. Se necesita una mente en calma para tomar mejores decisiones. Los beneficios de practicar yoga no solo se perciben a nivel individual si no que contribuyen a la sociedad en general. Si practicas yoga y no puedes hacer un parado de cabeza, completar la primera serie de ashtanga yoga o cualquier otra postura que parezca un desafío, ¡sigue practicando! Quizás en esta vida no la domines, quizás sí la logres. Eso no lo puedo asegurar. De lo que si estoy seguro es que los beneficios se verán en la mente, en un estado físico emocional más equilibrado. Así que keep trying!!!!

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