Vidya, el estado de comprensión correcta


 Anteriormente, contemplamos la pregunta que T.S.K. Desikachar nos hacía en su libro El corazón del yoga: “¿por qué nos seguimos metiendo en problemas?”. El cuestionarnos de esta manera nos ayuda a entender la enseñanza de Patañjali: “El sufrimiento que está por llegar, puede y debe ser evitado” que está inscrita en sus Yoga Sutras. Al final, concluimos que el practicante de yoga debe ser consciente de que sus actos tienen consecuencias. De esta manera, se moverá en la esfera de la acción creativa con resultados que no acarrean sufrimiento.  
            Y el punto estaba en resolver ¡cómo lograrlo! El mismo Desikachar nos enseñaba que todo radicaba en que vivimos en la comprensión incorrecta de la experiencia o avidya. Es decir, tendemos a confundir lo burdo con lo sutil, la valioso con lo intrascendente. ¿Y por qué lo hacemos? Por las impresiones que se alojan en el subconsciente o samskaras que determinan nuestra manera de actuar. Aquí un ejemplo para entenderlo: en el pasado, al consumir mariscos, te intoxicaste. La experiencia (samskaras) fue tan fuerte que ahora asocias la ingesta de mariscos a la enfermedad. Y siempre que ves camarones, pulpos y ostiones, ¡te sientes enfermo! Necesariamente, comer mariscos no te enfermará todo el tiempo pero el samskara nos hace percibir una experiencia con base en nuestras vivencias pasadas y no sobre lo que estamos experimentando ahora. ¡En qué momento lo que vivimos ayer se convierte en la norma de hoy!
 Identificar el estado de avidya no es sencillo. De hecho, permanece oculto a nosotros. Es más fácil experimentar el estado de avidya cuando está ausente, es decir, cuando vivimos en vidya o estado de la comprensión correcta. ¿Has experimentado estados de quietud, paz y calma al realizar ciertas actividades? Ese es el estado de vidya. Cuando somos plenamente conscientes de nuestros actos y nos ubicamos en el aquí y en el ahora, surge la plenitud y la dicha.
Entonces, ¿cómo trabajar con nuestro estado de comprensión incorrecta o avidya si es tan difícil identificarlo? La respuesta esta en los Yoga Sutras. En sus enseñanzas, Patañjali nos ayuda a identificar cuatro tendencias que nutren el estado de comprensión incorrecta.

  1. El primero es asmitā o ego. Aquí continuamente queremos ser mejor que otros. Vivimos en una eterna competencia. Nos comparamos con los demás.
  2. La segunda tendencia es rāga o inconformidad. Se expresa al hacer reclamos. Deseamos algo hoy porque nos fue placentero ayer. Dice el maestro Desikachar: “Queremos las cosas que no tenemos. Lo que tenemos no es suficiente y queremos más”.
  3. La tercera es dveşa que es la tendencia a rechazar las cosas. Es como el ejemplo del consumo de mariscos. En el pasado nos fue mal al comerlos y creemos que así será para siempre.
  4. Y finalmente está la más complicada o abhiniveśa, miedo. Sobre esta, T.S.K. Desikachar enseña: “Este es probablemente el aspecto más secreto de avidya y se expresa en muchos niveles de la vida. Nos sentimos inseguros. Tenemos dudas sobre nuestra postura en la vida. Tenemos miedo que las personas nos juzguen mal”.
Estas cuatro tendencias, juntas o separadas, son las que nos propician el estado de la comprensión incorrecta o avidya. Quizás sea complicado identificar los hábitos que propician avidya, pero si atendemos las cuatro tendencias que la alimentan, podemos comenzar a transformarlas. Y el tapete de yoga es el laboratorio ideal para experimentar. Así que en tu próxima práctica de yoga, prueba que ocurre cuando no te comparas con los demás (asmitā), no trabajes desde la ansiedad del reclamo, de quererlo todo (rāga), no rechaces nada (dveşa) y aleja el miedo de tu práctica (abhiniveśa).

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