Día 2 Continuación

Nueva Delhi

9:10 Me dirijo a Green Field School en la zona norte de Delhi. Es ahí donde los devotos de Swami Nityanand de www.shantimandir.com se reúnen cada domingo para celebrar Satsang, que literalmente se traduce como "estar en compañía de la verdad". El trayecto es largo pero me permite observar otros barrios de la ciudad. En la zona norte aparecen comercios más occidentales. Hay tiendas Puma y Lacoste. Sin embargo, nuevamente los contrastes. Metros más adelante son comunes las casas en ruinas y escenas de familias enteras viviendo bajo los puentes.
En este momento, contemplo el valor del silencio. Sólo en este estado puedes tomar el lugar del testigo que observa esta realidad. Llego a Green Field School y me dirijo al salón donde se celebra el satsang. Me quito los zapatos y me uno al canto de la Guru Guita, un texto en sánscrito que describe la relación maestro-discípulo en el yoga. Una mujer toca el armonio de manera melodiosa. La mente se calma. Surge un profundo sentimiento de agradecimiento. Después de una hora, comienza otro canto. A esta práctica se le conoce como kirtan. En un formato de llamado respuesta, los músicos tocan y llevan la primera voz. Cantamos Shree Krishna Chaintanya Prabhu Nityananda, Hare Krishna, Hare Ram Radhe Govinda. Llega un momento durante el canto que experimento una profunda sensación de gozo. Entonces queda asentado que todo ha valido la pena. Veo la fotografía de mis maestros y no hay nada más. El canto es una práctica poderosa. Viene una meditación. La paz es absoluta. Al terminar, hay una plática que no entiendo porque hablan en hindi pero escucho mi nombre, la palabra "yatra (peregrinaje)" y México. Todos me voltean a ver y ofrecen sus salutaciones. No hay palabras que puedan expresar lo que viví en ese momento. Gracias a Vinay Sharma y a toda la comunidad de Shanti Mandir en Delhi por esta experiencia.

Después voy a uno de los lugares más bellos que he visto. Se trata de Swaminarayan Akshardham, un templo dedicado a Bhagavan Swaminarayan. Es un lugar que se construyó tan sólo en cinco años. Está prohibido tomar fotos e ingresar teléfonos celulares, cámaras, radios o cualquier aparato electrónico. La seguridad es extrema porque este lugar, que ocupa 40 hectáreas, es visitado por miles de personas. Su construcción ha generado polémica pues sus críticos dicen que está cerca del río Yamuna, lo que parece ser un deterioro ecológico considerable, y aunque la entrada es gratuita, de pronto uno parece estar en parque de diversiones al estilo Disney. Incluso hay un área de comida y una tienda de souvenirs. Controvertido o uno, es una construcción hermosa, de mármol, que exalta la devoción dual del Bhakti yoga: Shiva y Shakti, Sita y Rama. Nuevamente las aglomeraciones son abrumadoras pero hay un orden dentro del aparente caos. La devoción de los visitantes es contagiosa. Es un lugar único que alberga el arte, la sabiduría y la herencia de la India. Aquí el sitio de internet www. akshardham.com

Y antes de irme, dos lugares más que visité: el Raj Ghat, un monumento en memoria de Mahatma Gandhi. Es una plataforma de mármol negro que recuerda el lugar donde de la cremación del cuerpo de Gandhi el 31 de enero de 1948. Hay un fuego encendido permanentemente y en el epitafio se lee Hē Ram, que se cree fueron las últimas palabras del Mahatma. Terminé mi día en el viejo Delhi. Ya ni hablar de las alglometaciones. Al ser domingo, la calle estaba repleta de vendedores. Me platican que la mayoría de la población musulmana vive en el viejo Delhi. No es para menos. Aquí se encuentra el Masjid-i Jahān-Numā, o simplemente Jama Masjid, la principal mezquita del viejo Delhi. Me voy a descansar un rato. Hoy tomo un tren en la noche. Viajo a Haridwar, uno de los lugares más sagrados en la India.

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