Si te mantienes firme en la siembra, tu cosecha será buena. Esto es yoga.

Todo lo que hacemos en yoga es en beneficio de la mente. Hoy más que nunca, observo también que este trabajo es acumulativo, es decir, lo que sembramos, será buena cosecha. ¿A qué me refiero con esto? Las prácticas de la meditación, de ásanas (o posturas), el canto y la contemplación, tienen el efecto de ir cambiando los patrones mentales que hemos ido construyendo a lo largo de nuestras vidas y que hoy definen nuestra percepción del mundo.
  No esperes un cambio inmediato. De hecho, no esperes nada. Mejor aprende a convertirte en un testigo constante de tu propia transformación. Empieza con lo simple. En las clases que imparto, continuamente les pido a los practicantes que contemplen cómo llegamos (ansiosos, apáticos, eufóricos, con energía desbordada, calmados, nostálgicos, etc.) y al terminar nos detenemos unos instantes a atestiguar el estado alcanzamos al final de la clase.
   Por eso la insistencia de K. Pattabhi Jois al decir: "Practica y todo lo demás vendrá". La clave está en la disciplina y la constancia. Ahora, el yoga es una filosofía que empata perfectamente con la vida que nos ha tocado vivir. Es un arte vivo, crece y está en constante evolución. Así ha sido desde hace más de 5 mil años. No necesitas retirarte a una cueva en los Himalayas o a un áshram en India para practicar yoga. Somos yoguis urbanos que nos ha tocado nacer aquí y ahora. Antes, un buscador debía recorrer grandes distancias, atravesar selvas y caminos peligros durante días para recibir las enseñanzas del yoga. Hoy, nuestra tapasya (o austeridades) está en poder encontrar los espacios para nuestra práctica en ciudades cada vez menos amables. Aunque las distancias se han acortado y las comunicaciones fluyen con mayor efectividad, los hábitats urbanos concentran a grandes cantidades de población lo que se traduce en una mayor contaminación, más tráfico e inseguridad, y menos oportunidades de desarrollo.

Vivimos al día, lidiando con tráfico, presiones laborales, temerosos por los noticias que nos bombardean constantemente sobre la delincuencia y la violencia. Nos olvidamos de cuidar el cuerpo y la mente. Comenzamos cultivar hábitos que sólo contribuyen a un deterioro paulatino de la salud.
   Por eso, tengo la certeza de que la práctica continua y disciplinada del yoga permite equilibrio en la salud, la mente y en las emociones. Si te mantienes firme en la siembra, tu cosecha será buena. Este es el tema de agosto. Contemplar y agradecer cómo la práctica del yoga trae equilibrio a los ritmos que hoy nos ha tocado vivir. La propuesta es saber que las prácticas están ahí, para ti, son tuyas. Quizás no puedas estar todo el tiempo en la práctica de ásanas, pero puedes incorporar la meditación, la contemplación, el kirtan, el estudio de las escrituras, etc. Práctica también el yoga de la disciplina de los sentidos. ¿Qué comes, qué escuchas, qué le de das a tu mente?

En este mes, impartiré un taller en el estudio Yoga Loto Rojo con Nityeshwari Bordoy. Próximamente publicaré la información en el blog. Todos los días imparto clases de Ashtanga Vinyasa Yoga en Purno Ham, Yoga & Sanación en la Ciudad de México. Si necesitas más información, puedes escribirme directamente a omyogahoy@gmail.com o consultar la página de www.purnoham.com. Finalmente, me gustaría rescatar unas recomendaciones de Yoga Espacio (www.yogaespacio.com.mx), la escuela que fundó y dirige mi maestra, Jñana Dakini, para prevenir las situaciones de estrés en la semana:

1. A partir de este momento, cada que puedas durante el día, siéntate a observar tu respirar, con el cuerpo relajado, los ojos cerrados, y atención a las sensaciones en tu cuerpo.
2. Cada que lo necesites ¡estírate y muévete! Ya sea que camines, corras o practiques algunas posturas.
3. Cuando puedas recuéstate y deja que la tierra te sostenga, observa también tu respirar y la sensaciones de tu cuerpo.
4. Ante cualquier dificultad, date cuenta que hay un campo muy amplio de creatividad de donde puedas sacar respuestas creativas para esas dificultades.
5. No permitas que durante la semana te gane el miedo, la envidia, o el enojo.

¡Qué el yoga esté en nuestras vidas por largo tiempo!
Namasté

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