Mostrarnos el camino para preservar el prana, la energía vital, mantener un cuerpo sano y una mente en paz para aspirar a un corazón contento. De esto trata el yoga.
Las tradición filosófica de la India ha denominado como prana a la energía vital que permite que todo exista. Swami Muktananda la define como "la fuerza vital que se manifiesta en el cuerpo como aliento y que obra en el cuerpo por medio de cinco formas distintas: prana, que trabaja en el corazón; apana, que controla el proceso de eliminación; samana, que facilita la digestión; vyana, que es el poder de movimiento que penetra todo el cuerpo; y udana, que atrae para arriba el fluido seminal de un aspirante llevándolo al estado de urdhvareta". Sharon Gannon y David Life, de Jivamukti Yoga afirman que "donde hay prana, hay vida".
David Williams, uno de los primeros occidentales en aprender Ashtanga Yoga directamente de K. Pattabhi Jois, es determinante al señalar que: "al practicar Ashtanga, permitimos que el prana fluya. El objetivo del yoga no es hacer una postura perfecta, sino que el prana fluya por el cuerpo para mantenerlo sano".
¿Cómo te alimentas? ¿Qué haces para mantener el equilibrio?
¿Qué necesitas para estar en paz?
Así que en este mes, me gustaría reflexionar sobre este gran regalo de nuestros maestros: mostrarnos el camino para preservar el prana, la energía vital, mantener un cuerpo sano y una mente en paz para aspirar a un corazón contento. De esto trata el yoga. No pierdas lo que has logrado. Esta es la mejor manera de honrar las enseñanzas que has recibido. Cuida tu cuerpo, cuida tu mente, cuida tu corazón. ¿Cómo te alimentas? ¿Qué haces para mantener el equilibrio? ¿Qué necesitas para estar en paz? No hay disciplina más dulce que no surja de tu propia experiencia. ¡Qué no te digan, qué no te cuenten. Ve y yoguea! Un maestro no es quien tiene todas las respuestas sino aquel que te muestra el camino. ¡Qué en tu camino siempre hay buenos guías! Pero cuidado, siempre actúa de manera consciente. Un maestro es el puente para cruzar. ¡Qué la medicina sean las enseñanzas! B.K.S. Iyengar afirma en su libro El árbol del yoga que "un profesor ha de ser claro, inteligente, seguro, estimulante, afectuoso, prudente, constructivo, valiente, comprensivo, creativo, complentamente entregado y dedicado al conocimiento de la materia, considerado, concienzudo, critico, comprometido..." Ahora, para honrar aquello que se te ha dado, llévalo a tu vida diaria, a tu oficina, a tu casa, a tu familia. Que no se quede en tu clase de la mañana o en tu meditación de la tarde. Si practicas yoga y no eres feliz, replantea el rumbo. Sin dicha, no hay yoga.
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