Permite que tu mente descanse


“Sin gozo no hay yoga. Disfruta de tu práctica”, fue una de las enseñanzas que cambió radicalmente mi enfoque hacia las posturas y que, a pesar de la sencillez, estas palabras guardan un gran tesoro: los beneficios reales del yoga.
Constantemente estamos viendo hacia afuera. Las posturas son visibles, tu respiración y el trabajo óseo muscular que realizas no. Es más atractivo observar la perfección y la belleza de un parado de cabeza o un Guerrero II que apreciar la tranquilidad de la respiración consciente o la meditación.
Sin embargo, detente por un momento y contempla. Seguro compartirás conmigo que durante la ejecución de ciertas posturas, sobre todo aquellas que expanden el pecho, es posible entrar en estados esporádicos de dicha y tranquilidad. ¿Recuerdas svasana, la postura del cadáver que marca la culminación de tu clase? ¡Qué paz representan esos diez minutos después de todo el esfuerzo físico! Por eso resulta tan placentera la práctica del yoga. En pocas palabras, nos hace sentir bien.
Entonces, ¿qué es lo que sucede durante la meditación, el hatha yoga o el ashtanga vinyasa yoga que logramos acceder a la dicha del corazón? B.K.S. Iyengar lo explica así: “En el momento en que la mente se queda en silencio, el Ser descansa en su morada y la mente se disuelve. De modo similar, cuando los músculos y las articulaciones descansan en sus posiciones, el cuerpo, los sentidos y la mente pierden su identidad y la consciencia brilla en toda su pureza. Tal es el significado de Pratyahara”.
Iyengar hace referencia aquí a la quinta rama del Yoga que describe Patañjali en sus Yoga Sutras, Pratyahara:
Pratyahara es retirar los sentidos, la mente y la consciencia del contacto con los objetos externos para luego interiorizarnos y dirigirlos hacia el que ve.
Yoga Sutras de Patañjali II.54

Después de los principios éticos (Yamas), la disciplina personal (Niyamas), el dominio de la postura (Ásana), y la regulación del aliento vital o respiración consciente (Pranayama), Patañjali destaca la importancia de Pratyahara en el camino del buscador.
Y es que al estar totalmente inmerso en el aquí y en el ahora, por ejemplo, durante la ejecución de un postura, tus sentidos ya no están divagando en el exterior. Van hacia dentro. Así la mente descansa y surge el contentamiento. Y cómo no va la mente a descansar al crear estas condiciones propicias si continuamente es bombardeada por imágenes violentas en televisión, noticias sobre la crisis continua que amenaza al mundo y el ruido de los automóviles. No hay mucho que explicar. Sólo compara cómo te sientes después de un día en el tráfico con una tarde frente al mar. Swami Muktananda dice: “Ya estén los sentidos activos o inactivos, el contentamiento es el mismo. ¿Por qué entonces no puedes transcender los sentidos y estar contento?”
Ana Paula Domínguez escribió: “Pratyahara nos enseña a guardar nuestra energía y a no dispersarla innecesariamente; aprender a usar nuestros sentidos correctamente; comprender que cuando vemos algo, quizás un árbol, estemos en total presencia, convirtiéndonos por un momento en ese árbol, sin ninguna separación y recibamos lo que ese árbol nos ofrezca de regreso”. Esta es la conexión de la que habla el Yoga. Así,que la próxima vez que experimentes este estado de dicha, paz y tranquilidad, recuerda que lo que hiciste fue darle un respiro a tus sentidos para permitir que te mente repose en el Ser.

¡Namasté!

Lecturas recomendadas:
El árbol del Yoga escrito por B.K.S. Iyengar y publicado por Editorial Kairós.
Yoga para la felicidad, la salud y otras cosas de Ana Paula Domínguez. Editorial Martínez Roca.
Muktéshwari. Aforismos por Swami Muktananda publicado por Siddha Yoga Dham de México.

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