Yoga restaurativo. Por Xavier Zoto


Seguimos con las colaboraciones especiales. En esta ocasión, Xavier Zoto nos explica qué es el estrés y cómo el yoga restaurativo se ha convertido en una opción excelente para darle al cuerpo la oportunidad de recuperarse del desgaste continúo. Nos alerta también del peligro de hacernos cómplices de los hábitos y acciones que generan estrés y que pueden derivar en enfermedades serias. Xavier es un yogui excepcional que comparte el gusto por la práctica en sus clases y en los talleres que imparte en distintos estudios de la Ciudad de México. Disfruta de su colaboración.


Dicen los grandes maestros del Hatha Yoga que todas las posturas poseen un néctar y un veneno. Por obvias razones es preferible buscar el néctar. Si te acercas al exceso o a la falta de atención en tu practica de posturas, es probable que el veneno de la lesión llame a tu puerta para encararte.
Antes de hablar del néctar del yoga restaurativo y en qué consiste esta rama recién constituida del yoga, entendamos su parte venenosa (estrés) y cómo nos afecta.
El término “estrés” fue tomado de la ingeniería y se refiere a la acción de las fuerzas físicas sobre estructuras mecánicas. Propiamente la palabra se define como “fuerza aplicada a un sistema, suficiente para causar tensión o distorsión en él”. En psicología, se llama situación de estrés a aquella en la que se somete un individuo, bajo la forma de tensiones de diverso orden, y que puede conducir a desequilibrios tanto físicos como emocionales, mentales, motrices y cognitivos.
Se entiende como una situación de estrés a aquella que pone en riesgo la integridad, (catástrofe natural, trabajos peligrosos, situaciones de amenaza, ruptura amorosa o la simple vida cotidiana en una metrópolis como la Ciudad de México que exige una readaptación instantánea, forzada y posiblemente desagradable).
En un sentido fisiológico, el estrés implica cualquier alteración, por mínima que sea, en el organismo: aceleramiento en el ritmo cardíaco, en la respiración o en la temperatura corpórea. Por ejemplo: cuando un paciente presenta fiebre, está exponiendo su organismo a una situación de estrés.
Para concluir podemos decir que nuestros hábitos de vida actuales están generando más espacios de estrés y menos momentos que cultiven la calma y otorguen el descanso que el cuerpo necesita para restaurarse y reciclar los niveles de energía, dentro y fuera de nuestros hábitats (cuerpo, psique, sociedad y universo).
Tomando todos estos elementos ante los cuales nos enfrentamos día a día (es decir, las condiciones en las que nos toca vivir en este momento), es nuestra responsabilidad crear espacios restauradores de paz y salud, no solo interna sino externa. Es decir, somos responsables de otorgarnos un néctar que pueda expandirse hacia los demás y a la periferia. Justo es aquí donde el yoga restaurativo se convierte en una excelente herramienta.
Debes saborear la fragancia de cada postura.
Si no estas relajado, no puedes saborear esta fragancia.

B.K.S. Iyengar.

Restaurar tiene que ver con reconstituir y reparar, que en el caso del yoga se refiere a la energía y a las células, al tejido musculo esquelético, a los órganos internos y a las capas que los entretejen.
El yoga restaurativo puede utilizar props (o apoyos) como cobijas, almohadones, sillas, bloques, cintas, como un elemento de soporte o apoyo que en un plan físico nos auxilian a permanecer con mayor soltura en la postura (ásana) y en el plan psicológico nos ayudan a recuperar seguridad y la calma, tratando así de soltar la tension y dejarla ir.

Es importante no tomarlo a la ligera porque lamentablemente hemos aprendido a ser cómplices habituales de nuestras tensiones y no nos percatamos en qué momento este extraño compañero de viaje, no distorsiona, nos enferma, y se apodera de nuestras acciones (karma) y de nuestras relaciones.
Por eso es necesario liberarnos, dejar ir todo el peso (tension) y transmutarlo en atención. Los apoyos que se utilizan en clase de yoga restaurativo son las bases en las que podemos verter el peso, soltar la tension del día, del mes o de los años. De esta manera logramos liberar esta tensión que se manifiesta como contracturas y emociones. Al trabajar de esta manera, atendemos el significado primordial del yoga, que es la libertad (sukha).
Así que quién esté libre de estrés, que tire la primera piedra.


El yoga restaurativo es para todos y altamente recomendada para personas con fibromalgia, fatiga crónica, sobre entrenamiento, desgarres, contracturas, hernias discales, sobrepeso y de igual manera para yoguis y yoguinis que deseen descansar de alguna practica fuerte de posturas tipo ashtanga vinyasa yoga sin dejar la practicar ásanas y, por supuesto, para el público en general.


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