No tienes que ser nadie más...


Existen muchos estereotipos sobre el practicante de yoga. Cuando comentas “no puedo ir porque tengo clase de yoga a las ocho”, muchas personas piensan en ejercicios poco dinámicos en un gimnasio. O el otro extremo, la gente cree que la práctica implica incorporarse a una secta rara, abandonar el mundo, vivir en una cueva, contorsionarse como bailarín del Cirque Du Soleil y comer hierbas.
Nada más falso que eso. El yoga es una disciplina para el mundo porque no existe separación entre lo que ocurre en tu interior y su manifestación en el exterior. Y uno debe asumir la actitud de que los cambios ocurren naturalmente. Si practicas con constancia, comenzarás a experimentar modificaciones naturales en tus hábitos. Si primero cambias hábitos y no practicas, entonces se volverá una tortura. La mente se resiste a dejar de hacer todo eso que alimenta el ego y la mantiene identificada con lo exterior. Pero si uno practica con constancia comenzará a surgir el deseo de volverse más disciplinado y evitar alimentos o acciones que te hacen sentir pesado y más denso. Mi maestro comentó una vez que le habían preguntado si antes de practicar se debía dejar de fumar o comer carne. El aconsejo que sólo no dejes de practicar. “Practica, practica, practica. Date la oportunidad de hacerlo por un mes y luego me cuentas cómo te fue”. Sé tu mismo. El yoga es concentración, es liberación, es disfrutar del presente. Si te gusta bailar, baila. Si te gusta desvelarte, adelante. Si te gusta comer un asado completo cada semana, be my guest. Sólo no dejes de practicar. Ahora que inicia un año, es muy común escuchar los propósitos de año nuevo que cada uno se plantea. Será muy complicado poder realizar estos propósitos sin una acción consciente. Y no hay mejor conciencia que aquella otorgada por el cuerpo mismo. Escucha a tu cuerpo, elabora intenciones y práctica yoga sin abandonar el mundo. Haz tu trabajo pero aprende a vivir en la conciencia del hoy. Eso es yoga. No tienes que demostrar nada a nadie. Sólo vive y disfruta tu práctica. Es el regalo más grande que te puedes dar.

Comentarios

  1. Me encantó este artículo. Qué cierto es y qué sencillas hace las cosas. Todo está en la conciencia.

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  2. Aunque muchos literatos juzgarían este texto por su perfil de contenido o lo calificarían como poco útil por sus sugerentes elementos de "autoayuda", en lo personal coincido en que hay que vivir despedazando las rutinas. El yoga, como cualquier otra actividad (incluso deportiva), es una parte que integras sin tener la necesidad de estar contando los detalles. Uno de los secretos de la longevidad, diría yo...

    Algo es cierto, hacer del yoga una rutina es más sano que cualquier rutina de la ruidosa urbe. Y si no se vuelve rutina, carpe diem!

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  3. Hola mi nombre es Elba, me encanta lo que publicas! siempre te ando buscando en el face para leer lo que escribiste, soy maestra de yoga en Sonora y muchas de las cosas que publicas las comparto con mis alumnos muchas gracias ojala un dia podamos coinsidir en algun evento de yoga....
    NAMASTE!!!!

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  4. Elba, muchas gracias por tus comentarios y por estar. Siempre he dicho que aunque la sádhana (o práctica espiritual) es un camino único y que cada uno de nosotros recorre con su disciplina, amor y entrega, saberse acompañado es una gran bendición. Gracias por estar.

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