La reina de todas las posturas. Por Cristina Calvo


“No te imaginas el gusto y la emoción que sentí al poder realizar la postura de Sirshasana sin apoyo”, me comentó Cristina Calvo, una amiga, colega y entusiasta yoguini que conozco desde hace años en la empresa donde trabajo pero que recientemente descubrimos que compartimos la pasión y el gusto por la práctica del yoga. Su relato es inspirador porque te recuerda la alquimia transformadora que sucede en el tapete de yoga. Ella ha practicado desde hace cuatro años y aunque podía ya pararse de cabeza lo hacía siempre con apoyo. Comentamos que la emoción de poder lograr esa postura implica una ruptura en tus esquemas mentales. No basta con decir “sí se puede”, hay que hacerlo y la práctica diaria es una manera increíble para poder realizarlo. Por eso le he pedido a Cristina que comparta su experiencia al poder ejecutar, la reina de las posturas. Aquí su relato:

Sirshasana o el parado de cabeza es la postura más poderosa en la práctica yoga. Conocida como la reina de las asanas por sus muchos beneficios, es una inversión muy enérgica y que requiere de muchas habilidades que se van adquiriendo a lo largo de los años con la práctica habitual de yoga: un control mental absoluto, equilibrio, balance y una extrema fuerza abdominal.
Realizar un parado de cabeza es lograr una superación personal en todos los niveles; es un desafío con nuestro cuerpo y ser, con nuestros límites físicos y mentales. Representa en nuestras vidas una luz que te invita reflexionar acerca de que no hay barreras físicas y mentales. Las habilidades implicadas en esta majestuosa asana no son un don ni son innatas al ser humano, son fruto del trabajo habitual de la práctica de yoga, de la disciplina, del empeño y del desempeño, y de las ganas de querer superarse cada día.
También es majestuosa la satisfacción que se siente al realizar exitosamente el primer parado de cabeza después de muchos intentos frustrados durante años, desafiando la gravedad y los temores que implican cometer un solo error que, por pequeño que sea, implica perder el control mental, el equilibrio, el balance, caerse y lastimarse.
Esta postura sobre la cabeza tiene múltiples beneficios y es considerada por muchos como la sanación para incontables enfermedades del ser humano. Sirshasana revitaliza todos los sistemas del cuerpo. Aumenta la irrigación sanguínea del cerebro y de la glándula pituitaria, lo que ayuda a la curación de muchas formas de desórdenes nerviosos y glandulares. Esta asana hace que se invierta el flujo normal de sangre que va de las piernas a las regiones del abdomen; y luego regresa al corazón, lo que ayuda a la renovación de los tejidos. El objetivo último es relajar y vigorizar todo el cuerpo.
Realizar un parado de cabeza es realizar una experiencia extraordinaria.”

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