Abre el loto de tu corazón


Durante los días de diciembre son comunes los estados de depresión y melancolía. No en vano, una ciudad como el Distrito Federal registra los índices más altos de suicidios durante este mes. Por eso es importante cuidar y mantener sano el centro de las emociones que se ubica en el corazón, el cuarto chakra, conocido como Anahata. Así comenzó el taller que Jñana Dakini, la directora de Yoga Espacio, impartió en su shala ubicado en el tradicional barrio de Coyoacán (http://www.yogaespacio.com.mx/).
Yoga para sanar tu corazón es un taller vivencial que permite a los participantes experimentar la conexión que existe entre el corazón y las emociones. A través de las ásanas o posturas, cada uno de nosotros trabajó en ejercicios que permitieron la apertura o expansión de los músculos que rodean los huesos del esternón, región donde se aloja el corazón. Los músculos contraídos impiden una respiración adecuada, necesaria para purificar y mantener sana esta zona del cuerpo ligada a las emociones.
Las posturas que practicamos estuvieron dirigidas tanto a suavizar como a fortalecer esta región. Jñana Dakini comentó que estas fuerzas contrarias, “suavizar y fortalecer” deben estar en balance, en armonía. Ese es el camino del yoga, el camino medio. “Ni una alegría desbordada ni una depresión profunda”. Al encontrar este estado armónico se experimenta la naturaleza de anahata chakra que es dulzura. El chakra anahata está ligado físicamente a las manos y en especial al dedo índice. Por esa razón, durante la práctica de posturas como Virabhadrasana I y II (Guerreros I y II) así como Uttita Trikonasana (Triángulo extendido) y Uttitha Parsvakonasana (Extensión lateral) fuimos muy conscientes de la posición de las palmas y la expansión energética. “Realicen el ásana no como un ejercicio biomecánico. Sean conscientes de la energía que se purifica en tu cuerpo durante tu práctica”, comentó Jñana Dakini.
En resumen fueron cuatro las recomendaciones generales para mantener sano el corazón:

1. Practica ejercicios o ásanas que permitan que la zona torácica se suavice, se fortalezca y se expanda.
2. Sé consciente de tu respiración durante tu práctica. Incluye algún ejercicio aérobico o en otras palabras acciones creativas que activen el corazón.
3. Recuerda que las posturas en el yoga no son ejercicios biomecánicos. Cambia el enfoque y experimenta. Cada ásana tiene infinitas posibilidades. Sé consciente que durante tu práctica se realizan cambios energéticos. Contempla cómo te sentías antes de iniciar tu práctica y cómo te sentiste al finalizar.
4. Medita. En la medida de tus posibilidades, incorpora la práctica de la meditación a tu vida. Los cambios son radicales.

Finalmente, contempla que el trabajo personal y tu propio crecimiento, no es un deseo egoísta. Al cambiar tú, se transforma tu entorno. Es tu aportación a la creación de un espacio vital más armónico y en balance.

Los dolores que están por llegar pueden y deben ser evitados.
Yoga Sutras de Patanjali II.16

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