Tres principios para reflexionar en tu práctica de yoga

Antes de comenzar tu clase de vinyasa yoga, trabaja con estos tres principios:

1. No lastimarnos

2. No competir

3. Acompañar un movimiento de una inhalación, un movimiento de una exhalación

Reflexiono y estos tres principios no sólo deben aplicarse a tu práctica en el salón de clases. De hecho, el yoga trata de eso, de no dejar que tu experiencia se quede en el tapete o durante la hora y media que dura la sesión. Y aunque son básicos, son principios que, de acompañarnos en la vida cotidiana, nos abren la puerta a una vida más plena, menos conflictiva. Y es que de eso se trata, de gozar hoy de una vida dichosa, feliz. ¿Por qué esperar a qué llegue el momento propicio? Es común escuchar: ahora que logre ese ascenso en el trabajo, me dedicaré a disfrutar, o cuando mis hijos crezcan, ahora sí podré dedicarme a mi mismo. O tan pronto que logremos liquidar todas las deudas, ahora sí podré estar en paz conmigo. Y de repente el ahora que nunca llega pero quienes si arriban son el cúmulo de años encima que no aprovechamos. El tiempo es un regalo precioso. No se puede desperdiciar. Por eso, quizás no haya mejor momento que hoy para comenzar a aplicar estos tres simples principios:
  • No lastimarnos
Parece lógico, ¿verdad? En la práctica, el maestro nos dio esta indicación para no abusar de nuestro cuerpo y encontrar el límite mínimo para realizar una postura. En la vida diaria, ¿cuántas veces realizamos acciones que sabemos que lastiman nuestro organismo, nuestra actitud mental, y aún así no somos capaces de decir NO? Comemos de más, fumamos, bebemos en exceso, nos enrollamos en relaciones conflictivas, aceptamos el trabajo que no nos gusta, estudiamos la carrera que nos impusieron. ¿Por qué seguimos lastimándonos?
  • No competir

Es muy común que en una clase de yoga nos comparemos con nuestros compañeros. "Ya viste cómo se dobla... ella si puede hacer un arco completo... qué condición tiene..." Así constantemente evaluamos nuestro desarrollo con una imagen (que es sólo eso, una imagen, una proyección nuestra) de otra persona. Pensamos que es mejor o peor que nosotros pero no hay nada más alejado de la realidad. El camino y el desarrollo de cada uno de nosotros es único, irrepetible. Aderezado por muchas circunstancias, vivencias y experiencias. Basar nuestro éxito o fracaso sobre otros, únicamente traerá desdicha e infelicidad pero, sobre todo, nos imposibilitará a ver lo que en realidad tenemos hoy.

  • Un movimiento, inhala. Un movimiento, exhala
Respirar nos mantiene vivos. La energía fluye en nuestro cuerpo a través de la respiración. Inhalar y exhalar nos llena de vida, de alegría, calma la mente. Y aún así, nos hemos olvidado de hacerlo. Y es que esta simple acción: respirar conscientemente unas cuántas veces al día puede ser un gran aliado en nuestras actividades cotidianas. Antes de hacer esa llamada de negocios, inhala, exhala, un par de veces. Antes de entrar a esa junta, inhala, exhala. Antes de reprender a tu hijo, inhala, exhala. Antes de preguntarle a tu marido por qué no pago la mensualidad de carro, inhala, exhala. Intenta esta semana. Date unos minutos para inhalar y exhalar por la nariz. Escucha el sonido y el ritmo natural de tu respiración. Puedes estar en una silla, con los dos pies firmes en el suelo, la espalda recta y las manos sobre las rodillas. Inhala y exhala, de manera natural pero atento al sonido de tu respiración. Hazlo durante cinco o diez minutos. Atrévete. No hay nada que perder.


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