El camino perfecto




Todas las prácticas del Yoga son en beneficio de la mente. La mente es lo más valioso de un ser humano. El verdadero gran anhelo en la vida debería ser el cultivar una mente saludable. La mente puede convertirse en tu mejor amiga o en tu peor pesadilla. Puedes acumular bienes materiales, ser reconocido socialmente, ocupar los cargos más importantes en una empresa o en un gobierno pero sin una mente sana, no tienen ningún valor. Mi maestro solía contar la anécdota de un empresario de la India que acumuló grandes riquezas pero que vivía atormentado por sus fantasmas personales. Su sufrimiento lo llevó a una terrible depresión que le provocaba insomnio y que trataba con antidepresivos y otros medicamentos. Lamentablmente terminó con esquizofrenia. ¿Le fue útil todo lo que había acumulado por tantos años? Por el contrario, piensa en la vida de Stephen Hawking quien a pesar de su condición física, afectada por una severa esclerosis, cultivó una de las mentes científicas más brillantes. Un limitación física es impedimiento para realizar algunas actividades pero si pierdes la lucidez mental pierdes todo. Por esta razón, los yoguis cuidan tanto la calidad de sus pensamientos. Una mente en calma te permite disfrutar de la vida en el momento presente, te ayuda a tomar mejores decisiones y a relacionarte de una manera equilibrada con tu entorno. Y el camino perfecto para cultivar una mente en calma es la meditación. Medita, medita, medita. La meditación es un espacio en el que nos damos la oportunidad de ser testigos de nuestros pensamientos y emociones. Es un proceso maravilloso que con una práctica continúa repercute con grandes beneficios en tu calidad de vida. Entre sus beneficios, puedes encontrar que disminuye el estrés, mejora la calidad del sueño, facilita la concentración, eleva la autoestima, te brinda una mayor claridad mental (disminuyen las respuestas reflejo), desarrolla una fortaleza interior y cambia la manera de relacionarte con tu entorno ya que tu perspectiva se modifica. Para meditar no necesitas cambiar de religión. No pertenece a los cristianos, musulmanes o hindus, de la misma manera en que el sueño no es de los judíos, ortodoxos o católicos. Tampoco se trata de abandonar a tu familia, trabajo u obligaciones. No es de oriente ni de occidente. Hay tres aspectos base para una buena meditación:

  1. La postura o asana

  2. La respiración o pranayama

  3. El objeto en el que se medita

Vamos a contemplar próximamente cada uno de estos aspectos. La meditación pertenece a todos. Te pertenece a ti. Es un gran regalo. Correo electrónico: omyogahoy@gmail.com

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