Nuestra visión en el mundo



Uno de los textos de la filosofía del yoga para entender la percepción del mundo es El Pratyabhijñâ, la esencia del reconocimiento del Ser, un texto fundamental de la escuela conocida como Shivaísmo de Cachemira. 

La doctrina del Pratyabhijñâ, percepción directa del Ser por medio del reconocimiento, es una de las joyas de la filosofía del Shivaismo de Cachemira.

Hay un poder enorme en nuestra percepción del mundo tal y cómo es. Los antiguos sabios o rishis del norte de la India identificaron que todo lo que existe es, de modo simultáneo, trascendente e inmanente. 

Existen dos términos para explicarlo: viśvamaya, aquello que contiene el universo y  viśvottirna, aquéllo que está más allá del universo. Estos dos aspectos inseparables, aparentemente contradictorios, constituyen la plenitud de la realidad.

Desde nuestra perspectiva, existe un breve espacio que los sabios han descrito como mahasunya, el gran vacío y hace referencia al hecho de que no hay un sujeto que perciba el objeto, pues todo está fundido con la conciencia. Aquí no hay sufrimiento ni gozo, ni conocimiento ni ignorancia sino un estado libre de pensamientos estable y apacible. 

Cuando practicamos yoga y meditación con regularidad, existe un estado donde nos convertimos en testigos de nuestra realidad y nos fundimos con ese gran vacío conocido como conciencia. 

Práctica y desapego. Es decir, no se trata de que practiques yoga y meditación para alcanzar este estado. Kavindú, un maestro con amplia experiencia en la enseñanza  de la meditación compartió con mis compañeros de la formación de maestros,  que al meditar no buscamos nada, no rechazamos nada y no nos aferramos a nada. 

Es decir, no nos sentamos a meditar ni practicamos yoga para buscar ese estado de gran vacío. Tampoco si aparecen distractores los rechazamos y simplemente los incorporamos a nuestra esfera de percepción del momento en el que nos encontramos. Y si alcanzamos un estado de conciencia, libre de pensamientos, tampoco nos aferramos a él y dejamos que fluya con naturalidad. 

Así que, práctica con constancia, y con desapego. No busques un resultado específico al sentarte a meditar o practicar ásanas de yoga. Si lo haces de esta manera, te aseguro que tu práctica rendirá frutos y alcanzarás ese estado que se manifiesta como contentamentiento. Y verás el bosque completo de la vida, en todo su esplendor, no solo en una parte. 

Daniel Mesino es el director y fundador de www.yogaentuempresa.com y autor de los libros Meditación para una vida plena y feliz, y Libro de práctica, Meditación para una vida plena y feliz 


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