¡Qué el comer sea nuestra práctica espiritual!

“No todos pueden permanecer en un parado de cabeza todo el día, meditar en silencio durante tres años o cantar el nombre de Dios continuamente, pero lo que sí hacemos con mayor frecuencia es comer. Así que si no haces ninguna de estas cosas, haz del comer tu práctica espiritual. De manera consciente, elige comer alimentos que se hayan obtenido con el menor daño posible hacia otros. Asegúrate de comer con aprecio, respeto y gratitud por el sacrificio que se ha realizado para que estos alimentos lleguen a tu mesa”, afirman Sharon Gannon y David Life de Jivamukti Yoga.
"Elige alimentos que se hayan obtenido con el menor daño posible". Contemplo esta frase de los creadores de Jivamukti Yoga porque invariablemente me remite al concepto del ahimsa, la ausencia de violencia, una de las enseñanzas fundamentales del yoga. Y la ausencia de violencia no se trata únicamente de no dañar físicamente a otro. Sino también de no violentar nuestro hábitat y medio ambiente. Es ser consciente de que consumir alimentos tratados con pesticidas y que han sido cultivados en lugares donde se han talado árboles es alejarse del precepto de ahimsa. Cuidar nuestros recursos naturales es practicar ahimsa, vivir en un estado de ausencia de violencia hacia nuestra Tierra. Sin lugar a dudas, el tema de la alimentación y el yoga van de la mano. Hay un debate controvertido sobre si un practicante de yoga debe ser vegetariano o no. En mi experiencia personal, creo que lo más importante es movernos en el ámbito de la acción consciente. Si tienes una práctica constante de yoga ásana, podrás contemplar qué alimentos te hacen bien y cuáles no.
El señor Krishna considera tan importante la alimentación que dice en el Bhagavad Guita, 15.14: “Me convierto en el fuego de la vida, que está en todas las cosas que alientan; y en unión con el hálito que entra y sale, quemo las cuatro clases de alimento”. Por eso creo que muchas veces, para el practicante del yoga el desafío no está en realizar un parado de manos, un arco completo o bajar los talones al piso en Adho Muka Svanasana. ¡No! ¡El verdadero reto está en cambiar hábitos alimenticios!
Baron Baptiste, el fundador de un estilo conocido como Power Yoga, dice que: “Cuando la gente se compromete a vivir conscientemente y empieza a experimentar cambios positivos y saludables en su cuerpo, también comienza a comer mejor”. Y es que sí a la mente le dices: “no hagas esto o no comas aquello” seguramente será el primer deseo que se arraigue en tu cuerpo. Así que práctica, práctica, práctica. Recuerda que el poder que la comida ejerce sobre tu mente es profundo. No lo dejes a la ligera. Y si necesitas una guía, comparto cinco principios de orientación que Baron Baptiste comenta en su libro Yoga para estar en forma (Integral, Barcelona, 2002) y que pueden ser útiles:
1. Sé consciente de tus hábitos alimenticios. Antes de comer, pregúntate: ¿Voy a comer para escaparme o para llegar a un estado armónico? ¿Estoy alimentado mi ego (para negar sentimientos y volverme insensible) o estoy alimentado mi cuerpo? ¿Como porque tengo hambre o para ocultar un vacío más profundo?
2. Come intuitivamente. Baron Baptiste llama a este principio, comer desde la causa, es decir, preguntarnos ¿qué es lo que este alimento causará en mí? ¿Me producirá culpabilidad, remordimientos, hinchazón, molestias estomacales? ¿O me producirá sostén, energía y un estado de ánimo general positivo sobre mi propia capacidad de elección? ¿Te dará vigor o te lo quitará?
3. Descubre los alimentos ricos en agua y por qué tu cuerpo los necesita. Baptiste afirma en este principio que el agua de la fruta y la verdura fresca posee una cualidad especial y explica que a diferencia del agua normal que bebemos, el agua de los alimentos vivos contiene enzimas y nutrientes que se absorben en los intestinos para que el cuerpo los utilice.
4. Entérate de por qué el intentar engañar a la Madre Naturaleza sólo te engañará a ti. Aquí el autor invita a retomar el principio más básico: volver a la naturaleza y a sus alimentos revitalizantes.
5. Finalmente, aprende a vivir hasta los cien comiendo menos. Al comer menos, y más limpio, tu práctica de yoga progresará rápidamente puesto que eliminarás mejor, pesarás menos y tendrás más energía.
Así que ahora, en enero, hagamos del comer, ¡nuestra práctica espiritual!

Twitter: @omyogahoy

Comentarios