Si tu cambias, cambia tu entorno



“No puedes exigir amor de nadie si antes no te amas a ti mismo”. Esa fue la invitación de Sol, una mujer de carácter fuerte y sonrisa amable quién nos guió en la experiencia inolvidable del Temazcal que vivimos en Tepoztlán este fin de semana.
El temazcal es un rito prehispánico de purificación. Es regresar al útero materno para salir renovados, con compromisos de vida fortalecidos para nuestro crecimiento. La ceremonia se realiza dentro de una construcción de adobe sin ventanas, con una sola entrada. Al centro, hay un pequeño pozo redondo donde se colocan las piedras volcánicas ardientes a las que, con cariño, se las llama las “abuelitas” y que son las generadoras del calor sanador. Antes de entrar, nuestra guía nos realiza un purificación con humo de copal. Al entrar, inclinamos la cabeza, pedimos permiso y en seguida pronunciamos en náuhlt Ometeótl,"aquél que está cerca de todas las cosas y de quien están cerca todas las cosas".
En el interior, ya con “las abuelitas”, se cierra la entrada y entramos en una obscuridad absoluta que lo único que permite apreciar es el rojo intenso de las piedras incandescente. Enseguida, nuestra guía nos explica que durante el baño de temazcal abriremos “cuatro puertas” que están relacionadas con el sur, el norte, el poniente y el oriente, además de invocar la protección de la Tierra, el viento, el agua y el fuego, los cuatro elementos.
Para abrir la primera puerta, Sol entona unos cánticos al mismo tiempo que arroja agua con hierbas de una olla de barro a las piedras ardientes lo que produce un intenso vapor aromático. La temperatura se eleva considerablemente. En la primera puerta, lo que hacemos es pedir la sanación de todos los pensamientos y emociones que nos dañan. También evocamos la conexión con la madre Tierra y trabajamos con el chakra raíz, el muladhara chakra, que está íntimamente ligado a la Tierra. Abrimos la única entrada y se introducen más piedras ardientes para elevar aún más la temperatura. Estamos por abrir la segunda puerta. Aquí pedimos la fuerza para erradicar las acciones y los hábitos que nos alejan de la conexión con la naturaleza y el todo. Se repite el procedimiento y más piedras se introducen. Viene ahora una limpia energética completa. De la cabeza a los pies, erradicamos toxinas, tanto mentales como físicas, para iniciar la última etapa. Aquí el calor intenso produce un sudor curativo. Todo se quema en el fuego. Abrimos el corazón y reconocemos la conexión con el ambiente: “La Tierra es mi cuerpo; el viento, mi aliento; el agua, mi sangre; y el fuego, mi espíritu”. Enseguida viene el cierre de nuestro temazcal: estamos listos para sembrar las semillas que serán detonantes de nuestro crecimiento. Piensa en ti. Si tu cambias, cambia tu entorno. Es el momento de reconocer qué necesitas para crecer. Eres un diamante en bruto. Es hora de dejar de culpar a los otros y permitir que emerja ese ser de luz que vive en ti. No puedes exigir amor de nadie si tu primero no te amas. Sol arroja toda el agua con hierbas. El calor es intenso. Es hora de abrir la puerta y salir del útero, renacidos, con el compromiso más importante: el de nuestra propia vida.

Gracias Sol por esta experiencia. Lo vivimos en el Hotel Nilayam de Tepoztlán, Morelos. Para mayor información consulta: www.nilayam.net

Comentarios

  1. Aloha desde Argentina, soy Cyn. Cuentas tu experiencia de manera impecable. Siempre he querido hacer un temazcal, pero no sabía muy bien que clase de ceremonia era, más allá de encontrarse dentro de un Útero figurado.
    Muchas gracias por la info, por compartir.
    Muchas bendiciones para ti. Te linkearé desde mi blog
    Amor
    Cyn
    @Cyncronia

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  2. Cyn, muchas gracias por tus comentarios, en verdad muchas gracias porque ese ha sido precisamente la razón de ser de este espacio: compartir la experiencia para contagiar el gusto por las prácticas que nos ayudan en el camino. Y gracias por linkearlo en tu blog. Me hiciste el día. Un abrazo a Argentina, país al que quiero mucho pues mi sobrino es mexicoargentino. Abraza.

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  3. Estoy en twitter y te sigo, Dan.
    Otros abrazis para vos.

    mi cta de twitter es cyncronia :)

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  4. Me gustaría mucho hacer un temazcal, hasta hoy no sabía de su existencia, pero como lo has contado, me ha enamorado. Creo que todos tenemos la necesidad una vez que nos volvemos conscientes de volver a nacer o renacer como aquí mencionas. Gracias por compartir tu experiencia.

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  5. Dan, no sabes la emoción que sentí al ver este blog y darme cuenta que relatas con tanta precisión, respeto y amor tu experiencia en la ceremonia de temazcal; mil gracias por compartir lo poquito que te pude transmitir.
    TLAZOCAMATI
    Soledad González "Sol"
    cihuameztli75@yahoo.com.mx
    www.temazcal-tepoztlan.com

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  6. Sol, querida,

    Esta es la prueba de que estamos en conexión. Me emociona saber que pudiste leer este texto. Un abrazo y bendiciones!

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