Ashtanga Yoga para toda tu vida

“Si te lastima, es que estás haciendo algo mal”. Este es el principio básico que sustenta la manera de practicar y enseñar de David Williams, uno de los primeros occidentales en aprender Ashtanga Vinyasa Yoga directamente de K. Pattabhi Jois. En gran parte, gracias a él, es que esta dinámica y trasformativa forma de practicar ásanas se difundió ampliamente, lo que motivó para que muchas personas más fueran a India y Mysore para seguir estudiando. Como bien señala Bernardo Kushala Camarena, director y fundador de Purno Ham: “(David Wiliams) fue maestro de todos los que nos han enseñado Ashtanga, quienes, a su vez, hoy son considerados los maestros más respetados de este sistema. Entre ellos están: David Swenson, Baptiste Marceau, Doug Swenson, Danny Paradise, Bryan Kest, Jonny Kest, Tracy Rich, Chuck Miller y Maty Ezraty”.

Y a partir de este principio, se genera la premisa del taller con David: “Ashtanga Yoga para toda tu vida”. Es decir, tu práctica debe ser gozosa, sin lesiones, y que se quede contigo por largo tiempo. David Williams enfatizó el tema de la continuidad: “Una práctica diaria, aunque no sea la serie completa, es mucho más benéfica que practicar un día tres horas, cuatro días no y luego otra clase intensa al quinto día”. Y aclaró que si sólo tienes diez o quince minutos, realiza el mínimo requerimiento diario: cinco Saludos al Sol A (surya namaskara A), cinco Saludos al Sol B (surya namaskara B), paschimottanasa, los tres lotos (badha padmasana, padmasana y tolasana), y savasana (la postura del cádaver). Aquí también fue claro en señalar que se debe descansar por lo menos una o dos veces a la semana. También recomendó, basado en la experiencia de sus alumnas, no practicar durante el período menstrual: “Fue la conclusión a la que llegué con un grupo de practicantes. A ellas les pedí que me explicaran cómo se sentían durante esos días. Observamos los resultados durante algunos meses y llegamos a la conclusión que se sentían mejor si evitaban realizar posturas de yoga. Por eso es importante escuchar a tu cuerpo”.

Esta forma de practicar permite reconectarnos con el prana, la energía de sanación natural que está en el cuerpo. “Para un yogui, la medicina debe ser el último recurso”. Por esta razón, David Williams nos invitó a meditar y a experimentar en nuestra práctica cómo fluye el prana. “El Ashtanga Vinyasa Yoga no es para hacer cuerpos más flexibles o más fuertes. Eso es una consecuencia natural de tu práctica constante. Mejor hazte consciente del prana”, comentó. “La práctica es una meditación en movimiento. Al hablar de meditación nos referimos al espacio que está entre el un pensamiento y otro”.

“El Ashtanga Yoga no es para flojos. Quien practica ashtanga hace su mejor esfuerzo en cada postura”, dijo David Williams al hablar sobre los ajustes y nos advirtió que se debe entrar a la postura de manera natural. “Estirarse de más es sinónimo de lesión. ¿Quién es un buen yogui? No es quien puede hacer determinada postura, sino aquel que puede estar enfocado en lo está haciendo en ese momento, es su respiración, en aplicar mula banda”.

La gran aportación de David Williams al Ashtanga Vinyasa Yoga es el énfasis en que la práctica debe ser segura, para toda la vida, en ser conscientes de que es una meditación en movimiento y que a través esta forma de ejecutar las ásanas permitimos que la energía que el cuerpo necesita para sus sanación, es decir el prana, se manifieste. “Practica y seguro serás testigo de cómo en dos, tres, diez, veinte años, te conviertes en una persona más sana, más sabia, más feliz”.

David Williams ha practicado yoga diariamente, sin interrupción, desde 1971. En 1972 conoció a K. P. Manju, hijo de K. Pattabhi Jois. En 1973, David empezó a aprender Ashtanga directamente con K. Pattabhi Jois en Mysore, India. De esta manera, David se convirtió en el primer occidental en recibir la enseñanza completa del sistema de ásanas (posturas) y pranayama (respiración) del Ashtanga Vinyasa Yoga directamente de su fundador. Es graduado de la University of North Carolina de Chapel Hill. Ha vivido en la isla de Maui, Hawaii desde 1976 y enseña clases privadas o grupales bajo cita. Viaja alrededor del mundo, compartiendo a través de sus talleres, su experiencia y práctica de yoga con cientos de estudiantes, maestros y practicantes. Para más información sobre David Williams, visita http://www.ashtangayogi.com/

Comentarios

  1. MUCHAS GRACIAS DAN!! El haber leído esto me recordó cada momento que disfrutamos escuchando estas hermosas y sabias palabras de nuestro gran maestro David Williams. ALOHA!!

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  2. Y como bien dijo, ¡Aoha! Fue increíble.

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